#31 boscoberg | 22/04/2016 - 10:21h
Efectivamente, la definición que da Santillana de "violencia de género" no es la recogida por la ley VioGen del gobierno Zapatero y actualmente vigente. Cediendo a las presiones feministas, tal Ley quiso ser una excepción al sentido común y al consenso internacional, y por ello define la "violencia de género" como la violencia ejercida sólo por el hombre sobre la mujer "por el hecho de serlo". Pero es que esa definición de dicha Ley, además de tergiversar la expresión "violencia de género" desde el punto de vista conceptual, lógico y gramatical, no se ajusta a lo estipulado por los diversos organismos y acuerdos internacionales. Ni la ONU, ni la UNICEF, ni la Corte Penal Internacional, ni la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Bejing de 1995 definen la expresión "violencia de género" como la ejercida sólo por el hombre sobre la mujer por el hecho del género de esta, sino como la ejercida por una persona sobre otra por razón del género. Por otra parte, la autora del artículo, incumpliendo conscientemente la deontología profesional, tergiversa las dos fuentes que cita: la Declaración de la ONU de 1993 y la Conferencia de Estambul de 2014. Estas no hablan de "violencia de género", sino de "violencia sobre la mujer", que, en el caso de la segunda, es a veces matizada como "violencia sobre la mujer por razón de género" (lo que no excluye, desde luego, que sobre el hombre se pueda ejercer también violencia por razón de género). Pero en ninguna de las dos fuentes se habla de "violencia de género" como violencia del hombre sobre la mujer. Nos encontramos, y no solo en este artículo, ante el grave problema de un forzamiento de los conceptos para adaptarlos a los propios intereses. Esto es muy antiguo, y ya lo hicieron los sofistas en la antigua Grecia para enseñar a los políticos a derrotar dialécticamente al adversario. A cambio, los sofistas cobraban una buena cantidad, y de eso vivían. Hoy día, el feminismo está haciendo el mismo papel, con la colaboración de medios como eldiario.es o El País. Lamentable.