buen texto, paradójico q lo haya escrito un mediocabrón, jaja
dudo seriamente q intervenir así se pueda calificar de divinoThor y Raúl son dos amigos inseparables, juegan siempre que pueden, se besan se abrazan, son felices, y cada noche desean que salga el sol, para poder volver a verse y retozar, y disfrutar de la compañía de otro, del amor y de la amistad que se profesan, pero esta intervención divina del hombre sobre los animales da lugar a historias tristes y terribles, como es el caso que nos ocupa.