Resultados 1 al 8 de 8

Tema: Punto de inflexión

  1. #1
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626

    Punto de inflexión


    El beneficio de la duda, te permite abrir la brecha a la concepción que tenías, a tu rompecabezas o estructural mental a cerca de la dicotomía entre lo que soy (ideas, principios, etc.) y lo que represento dentro de un contexto social.
    La duda escarba y de repente surge una cizalla que te abre la puerta hacia otra y así sucesivamente hasta descolocarte por completo esa malla o modelo intrincado que te constituye, entonces te das cuenta de que esa descomposición y cuestionamiento da paso a una crisis existencial. Observas todas esas piezas que te componen y no te reconoces, hay algo que falla en el modelo, algo no encaja, aún no sabes qué es, entonces comienza la búsqueda, el detonante puede ser externo o interno, empiezas por un cambio leve, a contracorriente, y a medida que vas tirando del hilo, encuentras algo aún mayor, y eso te exige un nivel mayor de responsabilidad hacia tí mismo, para seguir hacia adelante, te desprendes de un modo de vida para adentrarte en otro, ese punto de inflexión, ese rompecabezas aún descompuesto, es tu oportunidad para el cambio, porque reconoces que de seguir así, esa pequeña duda se convierte en una contradicción insostenible.

    Edito: Después de esta reflexión a modo de síntesis, vais a tener que leer a cachos para no dejaros los ojos, es un poco denso...
    Última edición por Micorriza; 17-ene-2010 a las 01:21

  2. #2
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626
    Extracto de "Los peces muertos siguen la corriente":

    No obstante, hay una situación especial, que no afecta a un
    apartado concreto, sino a nuestra existencia completa. Esta situación
    origina que reexaminemos todo nuestro modelo mental de la
    realidad. Enteramente, radicalmente. De repente entramos en un
    túnel vasto y abismal, y ya no sabemos nada a ciencia cierta. Ya no
    nos podemos fiar de ningún referente, ni siquiera de nosotros.
    No estamos apuntando a percances parciales. Ahora nos
    incumbe indagar en lo global. Más concretamente, en la duda total,
    que es la gran oportunidad para el cambio total.
    En el transcurso de una fase así, nos rebelamos contra la
    aceptación común de las cosas, rasgo típico del adulto, y
    retrocedemos a la edad de cuatro años. Nuestra mente rejuvenece en
    un cuerpo de mujer u hombre, y se pone a escarbar ingenuamente
    bajo las apariencias. De repente, nos salen preguntas por todos
    lados, de manera natural y espontánea, como un torrente desbocado.
    ¿Por qué gastar la vida trabajando? ¿Para qué sirve acaparar
    tantas posesiones y comodidades? ¿Qué pasa si no llego a los 60 para
    disfrutar la jubilación? ¿Hace falta meterse en un bar repleto de humo
    para divertirse? ¿Por qué la gente se aburre? ¿Para qué se meten en
    un quirófano estético? ¿Por qué hay tal porcentaje de divorcios? ¿Qué
    hay detrás de la violencia de género? ¿Por qué cada vez nos rodea
    más la publicidad? ¿Quién dirige la civilización? ¿Por qué narices tiene que prosperar cada año la economía un 3%? ¿Por qué unas personas
    mueren de hambre y otras de colesterol? ¿Es adecuado curar la
    ansiedad con pastillas? ¿Es cierto que la filosofía no sirve para nada?
    ¿Habrá ya más alumnos practicando yoga en Occidente que en
    Oriente?
    Las preguntas se disparan de tal forma que uno no puede
    pararlas. Aunque sobre todo, en medio de tal orgía interrogatoria,
    surgen con un protagonismo destacado las preguntas sobre nosotros
    mismos. A diferencia de las anteriores, éstas son sólo unas pocas, y
    apuntan a lo más íntimo. ¿Quién soy yo? ¿Qué ha sido mi vida hasta
    hoy? ¿En qué situación estoy? ¿Qué quiero hacer? ¿Qué quiero ser?

  3. #3
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626
    (Sigue...)
    Una experiencia como ésta cuestiona los pilares más profundos
    de nuestra mente, nuestras creencias básicas sobre la realidad. Todo
    queda en suspenso, sujeto a revisión: la manera en que vemos a los
    demás, al mundo, a nosotros. Es una tesitura que afecta a todas las
    dimensiones de nuestra existencia. Por tanto, el nombre más
    adecuado es crisis existencial.
    A continuación, si el trance es productivo, quizá se vea afectado
    todo: el trabajo, el ocio, las relaciones personales, etc. Esta
    coyuntura es la oportunidad para empezar a vivir de modo más
    consciente y responsable. Es una puerta abierta a esa otra vida que
    ansiamos. El momento justo para soltar lo que nos ancla al pasado y
    volver a nacer.

    El desencadenante

    [...] Uno o una va marchando tranquilamente por la vida, con sus
    andanzas, sus obligaciones, sus ratos de desahogo, y en el segundo
    menos pensado... ¡zas! Sucede algún imprevisto que nos descoloca.

    La realidad varía continuamente: cada año, cada semana, cada
    hora. Sin embargo, nos metemos en nuestra coraza a aguantar el
    chaparrón. Nos instalamos en nuestras costumbres mentales y no
    hay quien nos saque de ahí. Hacemos lo posible por que no nos
    afecte. Es comprensible, pues los cambios nos atemorizan.
    La realidad es inestable, pero nuestras ilusiones son demasiado
    fijas. Por tanto, la tensión de fuerzas está asegurada, y las crisis se
    suceden en nosotros una detrás de otra, de forma regular. El quid de
    la cuestión es atreverse con la dirección contraria, abrirse a la
    realidad y permitir que los cambios nos afecten.

    Hay ocasiones en que, después de varios años en el mismo
    trabajo, perdemos la motivación, o una serie de alteraciones en la
    empresa nos dejan en situación difícil. Quizá es el momento de
    buscar aire fresco, si bien nos cuesta mucho frenar la inercia de
    nuestras rutinas.
    Otro ejemplo. Somos tantos en el planeta, que cada día mueren
    miles de personas, ya sea por motivos naturales, sociales o
    accidentales. Tenemos muchos contactos, así que cada cierto tiempo
    muere alguien que hemos tratado, o incluso alguien cercano.
    El fallecimiento de un ser querido es de lo más devastador que
    nos puede ocurrir. Nos produce un irremediable pesar de pérdida, un
    vacío que no podemos rellenar con nada. Es la reacción espontánea
    del duelo, que se observa también en los animales.
    No obstante, hay otras perspectivas del asunto, más allá del
    duelo. La muerte de un ser cercano es una magnífica oportunidad
    para el crecimiento interior. Cuando vemos fallecer a alguien
    divisamos que nuestra vida también acabará en algún instante. Sólo
    viendo la muerte de cerca podemos tomar auténtica conciencia de
    que un día moriremos. A partir de ese instante, es posible replantear
    nuestra existencia de forma íntegra.

  4. #4
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626
    La sociedad moderna da la espalda a la muerte. Vivimos una
    ilusión de inmortalidad que no han conocido los tiempos pretéritos. Ya
    no creemos tanto en vidas extra, pero confiamos en la que tenemos
    hasta límites irracionales. Y así, nos hemos acostumbrado a concebir
    la existencia hasta los 80 años. Contratamos planes de pensiones a
    los 30, firmamos hipotecas a 50 años, aplazamos nuestra vocación
    hasta la jubilación, no dedicamos la suficiente atención a nuestra
    familia y amigos, etc.
    La vida es precaria, casi pende de un hilo. Nuestra posición
    parece firme, mas no tenemos el control que desearíamos. Tal vez un
    infortunio o una dolencia nos lleven al otro mundo antes de lo
    previsto por las estadísticas.
    Muere tanta gente de forma anticipada en las regiones
    desarrolladas, que podríamos tenerlo en cuenta como una posibilidad
    para nuestro propio devenir. Sin dramatismo, por puro realismo.
    ¿Queremos hacer algo antes de estirar la pata, además de calentar
    una silla en la oficina y enfriar unas cervezas para el partido del
    domingo? Si la contestación es afirmativa, lo más inteligente es
    empezar a moverse, no sea que nuestra extinción particular nos pille
    con los deberes sin rematar.

  5. #5
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626
    (Sigue...)
    [...]
    La crisis existencial es un replanteamiento total de la propia
    existencia, bajo unos parámetros realistas. Es la comprensión de la
    vida y de la muerte. Es un gran miedo y una gran ilusión. Miedo a no
    vivir como realmente queremos. Ilusión de saber que tenemos por
    delante toda una vida para sacarle el jugo.
    Es seguramente el trance más importante. Una vivencia así
    reúne el mayor peligro y la más destacada oportunidad. Por una
    parte, es la conciencia del peligro de morir en vida. Por la otra, es la
    conciencia de la oportunidad de vivir sin temor.
    Excavando en el sentido de las crisis hemos llegado a un
    descubrimiento clave: la muerte como fuente de vida. Solamente una
    intensa comprensión de nuestro inevitable final nos llevará a vivir con
    mayúsculas. Cuanto más cerca estemos de la muerte física, más lejos
    estaremos de la muerte espiritual. Y viceversa.

    El virus de la duda

    La sociedad contemporánea no nos permite dudar de nada
    básico. Sencillamente espera de nosotros que pensemos como todos,
    y que secundemos las costumbres usuales. Se mueve a golpe de
    moda y de manada, no para quieta ni un segundo, y a la par no sabe
    a dónde va.
    Rebaño tan formidable posee sus mecanismos para atar en
    corto a las ovejas descarriadas. Cuando una persona sensible se para
    a la orilla del río y empieza a hacerse preguntas, entra en acción el
    ejército de psiquiatras y psicólogos, con su arsenal de fármacos y
    terapias.
    Nuestro sistema lucha contra el inconformismo, perpetuamente
    en guardia, presto a matar cualquier sospecha. Se procura a toda
    costa que quien padece una crisis huya de ella. Hay que reintegrar al
    enfermo al flujo normal de las cosas. Debe aceptar el papel que le ha
    tocado, aprender a vivir sin desconfiar, y volver a funcionar
    óptimamente dentro de la máquina social. Hay que extirpar como sea
    el virus de la duda.
    [...]La sociedad nos desvía de nosotros
    mismos. Nos empuja a vivir de un modo que, en el fondo, ni hemos
    elegido ni queremos. Cuando este desfase persiste, nuestro ser se
    cansa de permanecer sepultado. Entonces atrae nuestra atención, nos
    pide que nos giremos hacia él, y para ello nos lanza una crisis.

  6. #6
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626
    (Sigue...)

    Recién empezada la coyuntura, la desorientación y el miedo nos
    nublan. No nos atrevemos a nada, únicamente queremos escapar de
    ella, volver a estar perfectamente, regresar a nuestra normalidad de
    siempre. Pero si permanecemos a su lado el tiempo suficiente,
    captaremos qué ocurre, qué nos pide nuestro corazón. Esa
    clarividencia nos aporta una formidable sensación de sentido, un
    renovado hambre de vivir, un deseo de seguir indagando y
    evolucionando.
    La conciencia que adquirimos por medio de la crisis nos da la
    energía necesaria para cambiar. Esa fuerza es la que nos permite
    efectuar las transformaciones en nuestra realidad, que varias veces
    nos habíamos planteado, si bien nunca tuvimos el coraje de realizar.
    En un estado ordinario, sin un desequilibrio activo, es difícil modificar
    nada sólido de nuestra vida, ya que prevalecerá el miedo al qué
    dirán, el pánico a quedarnos en soledad con nuestras rarezas.
    Cuando los cambios que hemos proyectado se completan,
    nuestro yo interior ve satisfechos sus ruegos, y vuelve a estar sereno.
    Entonces la crisis cesa. Ya no hay desfase, volvemos a ser nosotros
    mismos, recuperada la coherencia entre nuestro núcleo y nuestro
    exterior. Este reencuentro íntimo multiplica la comprensión y la
    energía. Ya no nos apreciamos raros ni en soledad, ya no sentimos
    odio hacia esa sociedad que previamente nos amargaba.
    Quien consuma este recorrido y acaba integrándolo en su vida,
    es probable que se enfrasque en despertar la conciencia de los
    demás. No es sólo altruismo, pues somos parte de un contexto,
    unidades de un todo. Nadie consigue ser realmente feliz si a su
    alrededor campa la infelicidad, y no mueve un dedo para alterar la
    situación.
    La crisis existencial demanda inicialmente una atención
    exclusiva hacia dentro. Pero después, una vez incorporada en nuestro
    presente, se produce una apertura hacia las demás personas. La
    felicidad individual no es completa sin la felicidad social, y viceversa.

  7. #7
    simbionte Avatar de Micorriza
    Fecha de ingreso
    mayo-2009
    Mensajes
    626
    Somos nosotros, los ciudadanos rasos, las personas que no
    tenemos un puesto en un gobierno ni en el consejo de una
    multinacional, quienes tenemos más posibilidades de afrontar
    creativamente la realidad. Nos vemos como impotentes gotas de agua en la inmensidad del océano, sin advertir que el océano está
    constituido solo por gotas.
    Una de esas circunstancias clave es nuestra historia, que no
    podemos modificar, pero sí tratar de interpretar. Occidente ha puesto
    el acento en la sociedad y ha descuidado a sus miembros. Es una
    crónica de progreso político y tecnológico que menosprecia los
    procesos más íntimos del individuo. Oriente se ha centrado en el
    individuo desdeñando la sociedad. Es la tierra de la meditación, de lo
    espiritual, aunque igualmente de la apatía respecto a lo social.
    Ambos enfoques son incompletos. Sociedad e individuo forman
    un sistema integral, cuyas piezas se retroalimentan, y es un error
    centrarse en una vertiente descuidando la otra. Occidente ha puesto
    todas las energías en las leyes grupales, sin atender a los normas del
    individuo. Oriente ha hecho lo contrario. De poco sirven la tecnología
    y la democracia enjauladas en la inconsciencia del borreguismo. Y
    parecido ocurre con la conciencia encerrada en una dictadura militar.
    Una síntesis de ambos trayectos históricos probablemente sea
    lo más pertinente, integrando lo más destacado de cada experiencia.
    Si la humanidad avanza, tanto técnica como éticamente, es
    porque siempre hay revoltosos que se salen de la corriente.
    Soñadores que no se avienen a que las cosas sean como la mayoría
    dice que son y serán. Rebeldes con causa que ponen en suspenso las
    reglas vigentes, y al hacerlo a veces descubren normas más
    verdaderas. El inconformismo, lejos de ser una pérdida de tiempo, es
    el motor de la evolución humana. ¿No se convierte con frecuencia la
    insurgencia de un período en el corrientismo de la siguiente?
    En cada etapa de nuestro devenir, en cada civilización, la
    mayoría se limita a copiar las convicciones y los comportamientos de
    sus antepasados, a perseguir los deseos que guardan en su mente sin
    preguntarse cómo llegaron hasta allí. Únicamente unos pocos
    hombres y mujeres desarrollan la rara manía de sospechar de lo
    aprendido e imaginar horizontes extraordinarios. Este club de la duda
    constantemente anda corto de simpatizantes.

  8. #8
    hau...hau... Avatar de perman
    Fecha de ingreso
    enero-2008
    Ubicación
    behind the buffalos...
    Mensajes
    1.245

    Cita Iniciado por Micorriza Ver mensaje
    En cada etapa de nuestro devenir, en cada civilización, la mayoría se limita a copiar las convicciones y los comportamientos de sus antepasados, a perseguir los deseos que guardan en su mente sin
    preguntarse cómo llegaron hasta allí. Únicamente unos pocos
    hombres y mujeres desarrollan la rara manía de sospechar de lo
    aprendido e imaginar horizontes extraordinarios. Este club de la duda
    constantemente anda corto de simpatizantes.
    Me sumo al club de la duda y no quiero borrarme de él, aunque me cueste las relaciones con los seres queridos, apuesto por ello y pagaré el precio que haga falta. Navegaré contracorriente siempre que sea necesario por el bien de todos.

    Cita Iniciado por Micorriza Ver mensaje
    Cuando una persona sensible se para
    a la orilla del río y empieza a hacerse preguntas, entra en acción el
    ejército de psiquiatras y psicólogos, con su arsenal de fármacos y
    terapias.
    Nuestro sistema lucha contra el inconformismo, perpetuamente
    en guardia, presto a matar cualquier sospecha. Se procura a toda
    costa que quien padece una crisis huya de ella. Hay que reintegrar al
    enfermo al flujo normal de las cosas. Debe aceptar el papel que le ha
    tocado, aprender a vivir sin desconfiar, y volver a funcionar
    óptimamente dentro de la máquina social. Hay que extirpar como sea
    el virus de la duda.
    Siempre he pensado en esto con mucha tristeza porque no hallaba respuesta ni consuelo, es como en "El show de Truman", cuando el prota ve caer los focos del cielo y sabe que algo no va bien, pero no encuentra empatía a su alrededor y se ve sólo, pero no decae en su búsqueda aunque lo llamen loco! ¿cuanto tenemos que aprender aún?

    "One does not sell the land people walk on."
    www.permancomics.com

Temas similares

  1. A punto de ser vegana
    Por clarapatronus en el foro ¡Ya soy vegetarian@!
    Respuestas: 10
    Último mensaje: 05-dic-2011, 19:49
  2. El punto final en las citas
    Por RespuestasVeganas.Org en el foro Miscelánea
    Respuestas: 13
    Último mensaje: 28-jul-2011, 23:20
  3. Punto letra
    Por filippi en el foro Cocina Vegetariana
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 28-oct-2009, 19:50
  4. estoy a punto de caer
    Por natural en el foro ¡Ya soy vegetarian@!
    Respuestas: 40
    Último mensaje: 28-feb-2009, 10:10
  5. hasta que punto es legal?
    Por luaraa en el foro Mundo Animal
    Respuestas: 13
    Último mensaje: 15-ene-2009, 11:44

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •