A mí me pasa todo lo contrario con las verduras. Cuando paso un par de días sin ellas, me da como un síndrome de abstinencia, no voy al baño, me siento pesada, en fin... Es que me encantan; crudas, cocidas, como plato principal, como guarnición.
Sólo digo en su contra que suele llevar mucho tiempo limpiarlas y prepararlas.
Pero también es cierto que uno va pasando x épocas de aburrimiento (no sólo con las comidas, también con las salidas, la gente, el trabajo). Lo que yo no haría es imponerme el comerlas, sí podrías ir incorporando de a poco las que más te gustan, x ej, la porción de pasta que sea pequeña, y la abultas con verduras