Vale, nos encantan las plantas pero por
estética. También me gustan los cuadros de Picasso, pero no sufriría por uno de ellos si alguien lo destrozara.
Claro que hay una diferencia: las plantas viven, los cuadros no
, pero es que empatía (em=dentro de. Pathos=sufrimiento) implica la capacidad de sentir como propio el sufrimiento de otro, y como las plantas no sufren (ay, ayyy, que me temo lo que puede venir ahora! Nooo, otra vez noooo!) no es lógico que albergue este sentimiento hacia, por ejemplo, un espárrago. Siento, sí, admiración ante lo que es capaz de hacer la vida, y deleite ante la belleza del mundo vegetal, pero empatía, empatía....no