La nocicepción es una modalidad sensorial somática que tiene una importante función protectora, ya que focaliza la atención en un estímulo nocivo que amenaza la integridad del organismo y que debe, por ende, ser evitado. La capacidad para responder a estímulos nocivos es una característica básica de todos los organismos de la escala filogenética, desde los unicelulares hasta los mamíferos. Por ejemplo, en anélidos existe un grupo celular (células N) considerado como nociceptor; los pulpos tienen vías nerviosas que conducen información nociceptiva. En otros phyla (platelmintos, artrópodos, moluscos) se han descrito conductas que pueden considerarse antinociceptivas.17 En algunos moluscos se ha encontrado que los opioides modulan la respuesta ante estímulos térmicos nociceptivos así como la actividad de algunos grupos neuronales.18
De hecho, los moluscos son los invertebrados que poseen el sistema nervioso más complejo (no olvidemos que el pulpo es un molusco). Este animal presenta, ante la presencia de un estímulo potencialmente dañino, una conducta compleja, capacidad para el aprendizaje y un sistema sensorial bastante desarrollado.17 León Olea M. Evolución filogenética del dolor. Elementos 46 (2002) 19-23.
18 León Olea M, Miller Pérez C, Cruz R, Antón B, Vega R y Soto E. Immunohistochemical localization and electrophysiological action of nociceptin/orphanin-fq in the snail (Helix aspersa) neurons. Neuroscience letters 316 (2001) 141-144.