Pues nada, mi madre que es una capillita insalvable me llevó al convento de las hermanas de la cruz de mi pueblo para pedirle recetas, ya que ellas no comen carne, aunque sí pescado. Al final terminé comprometiendome a llevarles albóndigas y hamburguesas de soja texturizada, deliciosas, nutritivas y sobre todo veganas, así que me tengo que poner a cocinar para 8 encantadoras monjitas y un cura amigo de mi madre que las probó y se quedó encantado.
Bueno chicos, ya os contaré si les gustaron o no.
Besitos.