La malnutrición es la causa más común de la deficiencia de ácido fólico y cobalamina. La magnitud real de la deficiencia de folato no es bien conocida y la mayoría de las cifras están derivadas de la frecuencia de anemia en el embarazo; la deficiencia de cobalamina tiene mayor incidencia en los vegetarianos estrictos. Se estima que sólo la mitad del folato total de la dieta está disponible para ser absorbido. La cocción de los alimentos en grandes volúmenes de líquido destruye el folato de los vegetales verdes y de la carne, también se pueden perder así cantidades significativas de cobalamina. Por su implicación en la síntesis de ADN, ARN y el metabolismo de algunos aminoácidos, la deficiencia de ácido fólico en el embarazo, principalmente antes del cierre del tubo neural, puede ocasionar daños en la formación de la médula espinal y el cerebro conduciendo a la aparición de anencefalia, espina bífida y encefalocele. La homocisteína como metabolito intermediario de la metionina y que requiere ácido fólico y cobalamina, se ha descrito como factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. El envejecimiento está acompañado por un incremento del riesgo de deficiencia de cobalamina. Muchos adultos mayores sin antecedentes de anemia perniciosa tienen deficiencias clínicas o subclínicas de cobalamina, aparentemente debido a otros problemas de absorción.
El ácido fólico y la vitamina B12 o cobalamina son vitaminas con una estrecha interrelación metabólica en la síntesis de nucleótidos purínicos y pirimidínicos y en la metilación de la homocisteína donde se obtiene metionina. La malnutrición es la causa más com ún de la deficiencia de ácido fólico y cobalamina, afectando grandes áreas de Asia y Africa en las cuales se considera que de un cuarto a la mitad de algunas de estas poblaciones son probablemente deficientes. 6-8 La magnitud real de la deficiencia de folato no es bien conocida y la mayoría de las cifras están derivadas de la frecuencia de anemia en el embarazo. En las sociedades occidentales aproximadamente el 10 % de la población tiene dietas inadecuadas, teniendo mayor incidencia en mujeres, ancianos y personas institucionalizadas. La deficiencia de cobalamina tiene mayor incidencia en los vegetarianos estrictos; en años recientes la ingestión de carne roja en los países desarrollados ha disminuido en el 25 % o más de la cantidad total y ésta se ha sustituido por carne blanca que es una fuente pobre de cobalamina. Los hallazgos más comunes asociados con la deficiencia de vitamina B12 son la anemia megaloblástica y trastornos de nervios periféricos y médula espinal. Los trastornos psiquiátricos depresivos son más frecuentes en la deficiencia de folato, y raramente se encuentran presentes trastornos en los nervios periféricos y médula. La demencia es igualmente común en ambas deficiencias
ESTRUCTURA QUÍMICA Y FUNCIÓN
En la estructura química del ácido fólico están involucradas la 2 amino- 4 hidroxi- 6 metil pteridina, el ácido p.aminobenzoico y el ácido glutámico (fig. 1). La forma coenzimática es el ácido tetrahidrofólico (FH4), que actúa como transportador intermediario de fragmentos de un átomo de carbono como grupos hidroxilo, formilo, metilo y formimio. Los folatos metabólicamente activos son poliglutamatos. La glutamilación permite la acumulación intracelular porque no son capaces de atravesar las membranas celulares y facilitar las reacciones intermedias entre los sitios catalíticos en complejos multienzimáticos y en enzimas multifuncionales. La cobalamina posee un sistema de anillo de corrina unidos a un átomo de cobalto central, constituyendo una configuración planar. Por debajo del plano se une al átomo de cobalto el ribonucleótido 5,6 dimetilbenzimidazol al átomo de carbono y por encima se une a los grupos funcionales metilo, adenosilo, hidroxilo y al grupo cianuro. El principal vitámero del plasma es la metilcobalamina y en los tejidos se encuentra principalmente la adenosilcobalamina (fig. 2). Una importante función de la vitamina B12 es la transferencia de fragmentos de un átomo de carbono, como los grupos metilo e hidroxilo. Además participa en el intercambio 1,2 de un átomo de hidrógeno por el grupo funcional X del átomo de carbono adyacente.
ABSORCIÓN, TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO
ACIDO FÓLICO
La mayoría de los folatos en los alimentos están presentes principalmente como poliglutamatos, que son menos absorbidos que los monoglutamatos. El monoglutamato se obtiene mediante la hidrólisis del poliglutamato de la dieta por la folato hidrolasa (Zn dependiente), en la superficie del borde ciliado de las células de la mucosa yeyunal.
Una proteína de membrana interactúa con el folato en la internalización del
complejo receptor-monoglutamato; dentro del enterocito es poliglutamado, con lo cual se retiene dentro de la célula, se mantiene un gradiente de concentración para la toma de más folato y está disponible en las reacciones dependientes del folato. Subsecuentemente para ser liberado en la circulaci ón portal es convertido de nuevo a monoglutamato, se metila y reduce dando metiltetrahidrofolato (metil-FH4) (fig. 3). En el plasma la mitad del folato está libre y el resto está unido inespecíficamente a la albúmina. Su toma intracelular puede estar mediada por receptores específicos tisulares. Este mecanismo explica la absorción del folato libre de la dieta, sin embargo, en la leche está fundamentalmente unido a una proteína y éste complejo proteína- -folato es absorbido intacto en gran parte en el ileum por un mecanismo diferente al sistema de transporte activo de absorción del folato libre. La disponibilidad biológica del folato en la leche o del folato de las dietas a las cuales se les ha añadido leche es considerablemente mayor que el folato libre.
El hígado almacena el folato en forma reducida y conjugada o lo convierte en metil-FH4 que es secretado en la bilis y reabsorbido en la mucosa intestinal, estando disponible para los tejidos extrahep áticos. Los tejidos extrahepáticos acumulan folato a concentraciones por encima del plasma por desmetilación y formaci ón de poliglutamatos. La circulación enterohepática del folato es equivalente a aproximadamente un tercio de la ingestión dietética; sin embargo, hay poca pérdida fecal de folato, la absorción yeyunal es un proceso muy eficiente y la excreción fecal se produce fundamentalmente por la síntesis de la flora intestinal, no reflejando la ingestión. Se estima que sólo la mitad del folato total de la dieta está disponible para ser absorbido. La cocción de los alimentos en grandes volúmenes de líquido destruye el folato de los vegetales verdes y de la carne. Hasta el 90 % del folato se puede destruir por esta vía, también se pueden perder así cantidades significativas de cobalamina.