Los cánceres de mama y próstata son muy raros en China


En China ocurren cien veces menos cánceres que en los países occidentales. En el vídeo de abajo explican que ello se debe fundamentalmente al consumo de leche y sus derivados.

Hasta en Harvard han eliminado la leche de la lista de productos que conforman una alimentación saludable.


Los interesados en la salud llevamos décadas repitiendo estos hechos tan obvios, que al final acaban reconociendo los organismos oficiales, aunque lo suelen hacer unos 30 años tarde.
La mujer que sale en el vídeo se somete a la quimioterapia con total naturalidad, como si hubiera alguna evidencia de que la quimio ha curado alguna vez el cáncer de mama (si alguien es tan amable de copiar la referencia primaria de dicho estudio, le estaré muy agradecido). Por ley de probabilidades, es casi imposible que la misma persona que se da cuenta de que los lácteos causan cáncer descubriera al mismo tiempo el timo de la quimioterapia.
Como he repetido algunas veces, cuando a alguien le diagnostican cáncer, contrae dos problemas muy graves. Curiosamente, ninguno de esos problemas es el cáncer en sí mismo.
Los dos citados problemas son el miedo y la prisa por hacer algo. Estos dos problemas son los que acaban matando a una gran parte de las personas diagnosticadas con cáncer.
Copio unos párrafos de un excelente artículo escrito por Don Juan Gérvas, con mi expresa recomendación de leerlo entero varias veces. Pinchar aquí: Todos tenemos cáncer

Se hace una biopsia cuando se sospecha que hay un cáncer. Por ejemplo, biopsia de próstata, de mama, de piel, de tiroides, de médula ósea, de hígado, etc. Con la biopsia se toma un trozo de tejido y después se examina al microscopio.
El “aspecto” al microscopio es clave en el diagnóstico (por la presencia de células malignas), pero no es suficiente y no sabemos cómo distinguir los cánceres que evolucionarán hasta la muerte de los que “dormirán” o se “autodestruirán”.
Es decir, con la biopsia se puede saber si hay cáncer, pero no si el cáncer es “bueno” o “malo”.
Por consecuencia, y “por si acaso”, se tratan todos los cánceres como si fueran “malos” (cirugía, quimioterapia, radioterapia y seguimiento a largo plazo). Los pacientes creen haber sido salvados de un cáncer “malo”, pero en muchos casos han sido condenados pues, teniendo un cáncer “bueno”, son tratados como si fuera “malo”.






Paso a analizar los dos verdaderos problemas que muchas veces matan:

EL MIEDO
El miedo paraliza e impide razonar con lógica. En ese estado no se atiende a los razonamientos de los demás ni hay interés por informarse imparcialmente del tema.
Equivocadamente se acepta el mismo tratamiento que ha escogido la mayoría, sin querer ver que la mayoría históricamente ha estado equivocada siempre, y que nunca se ha demostrado científicamente que dichos tratamientos hayan curado en vez de empeorar la situación.
Supongo que se desata uno de nuestros instintos atávicos de sentirse protegido dentro de la manada, cerrando los ojos al hecho evidente de que la manada está siendo conducida al matadero.
Los tratamientos oficiales, además de ser cancerígenos, matan a más gente que los que hubieran muerto si no se hubiera tratado de cáncer a nadie.

LA PRISA
Tener prisa es lo peor que puede hacer alguien diagnosticado de cáncer. Hay que tener en cuenta que un tumor tarda muchos años antes de empezar a molestar o producir problemas graves. Tomar decisiones precipitadas es una temeridad, sobre todo estando en manos de la industria para la que el cáncer supone beneficios de miles de millones al año.
Se deberían descartar las prisas, pues iniciar un tratamiento enseguida o un año después, no va a suponer una diferencia apreciable.
Lo primero que habría que hacer es informarse de los porcentajes de falsos diagnósticos; de sobrediagnósticos; de la imposibilidad de saber si un cáncer es bueno o malo, como se ha dicho arriba; de los estudios que demuestran que los enfermos sin tratar sobrevivien muchos más años que los pacientes tratados; que, según los estudios, la probabilidad de sobrevivir cinco años gracias a la quimioterapia es del 2.30%, y en el caso concreto del cáncer de mama es del 1.50%; que en este blog se han propuesto más de una docena de remedios para curar el cáncer que no tienen el más mínimo efecto secundario, a diferencia de la quimio, para la que los médicos usan un equipo especial porque si se les escapan unas gotas les quema la piel, y a nadie le extraña que un líquido tan peligroso con sólo su contacto se inyecte en la vena.
Después de informarse, se pueden probar algunos de esos remedios no peligrosos para la salud, y si después de un tiempo no han funcionado, siempre se estará a tiempo de mutilar, quemar o envenenar el cuerpo.
La medicina oficial dice que ahora se curan más cánceres gracias a que se cogen a tiempo. Dicha estadística está desvirtuada por las personas que, además de no tener cáncer, tienen una salud de hierro para someterse a la quimioterapia y salvar su vida. Estas personas sanas pasan a engrosar la lista de los que han sobrevivido al cáncer, cuando nunca lo tuvieron. Además, para formar parte de la estadística de curado de cáncer, sólo hay que sobrevivir cinco años. Los que mueren de cáncer a los cinco años y un día constan como curados.

fuente:
https://esdesalud.wordpress.com/2015...aros-en-china/