El otro día con íbamos con la bici y nos encontramos un corderito que se había caído a un paso canadiense, uno de esos que tienen rejillas con agua debajo. Lo sacamos y lo llevamos con un rebaño de ovejas cercano. Cuando se estaba acercando se empezaron a llamar y el corderito empezó a correr hasta juntarse con las demás... se me saltaron las lágrimas!
Aunque la gente con la que iba dijo que iba a seguir comiendo cordero... mu fuerte.