Lo prometido es deuda.
Esto de las etiquetas... Anoche me convertí en "la vegetariana" de la mesa (así me llamaban los camareros). Por parte de mis compañeros todo muy bien. Tras la reacción inicial de "entonces qué comes" vinieron los consabidos "yo como poca carne", "no podría dejar el queso", etc. Y después me dieron buena parte de sus ensaladas.
El bar era de montaditos y platos combinados, por supuesto todo con carne y derivados. Me hicieron una ensalada de pasta no muy currada, pero estaba buena (sobre todo cuando le añadí lo que me dieron mis compañeros). Ahora bien, el que fue un capullo fue uno de los camareros. Después de decirle que la pasta sin atún y sin mayonesa me suelta: "¿tampoco mayonesa? Pues háztelo mirar" y se va. Por suerte a mí me atendió el otro, que era muy simpático...
Lo peor fue pagar 20 euracos por el plato y mi parte de sangría. Es lo malo de pagar todos por igual...