Hoy he ido a comer a casa de mis padres. Abro una olla y me encuantro un montón de caracoles recién hervidos, y como antes me chiflaban pues...
Mi padre: "Coge uno!!! que están herbidos!!!
Yo: No, no como caracoles.
Mi padre: "Sí que te lo has tomado en serio, hay vegetarianos que de vez en cuando comen alguna cosa, no pasa nada por comer algún caracol".
Yo. "Tampoco pasa nada si no me lo como"
Y ya se ha quedado cortado. Le he dicho que me ha cambiado el gusto por las cosas y que ahora disfruta más de otro tipo de comida, pero me da que no se lo cree por el careto que me ha puesto. En fin, un año después de dar el paso y aún tengo que luchar con ellos...