Yo en situaciones como las que describes, en la que debatir o conversar es inútil y no vale la pena, trato de pasar del tema hasta que se cansan de hablar solos. Sonrío y pienso en lo feliz que soy sin parecerme a esos pesados, y lo satisfecho que estoy de que nadie me haga sentir incómodo. Eres tú quien incomoda a los demás, y les haces cuestionarse cosas.
Feliz y pasando. Ya les he hecho pensar en lo que comen. Si mi simple presencia ha servido para eso, feliz, sonriente, escucho y callo.