Yo donde peor lo he pasado ha sido en Galicia, donde me di de bruces con que el desayuno de tostadas con aceite de oliva y tomate rallado no es algo habitual en toda España. Ni aceite sólo me podían poner en las cafeterías: o mantequilla/mermelada, bollería con grasas animales o churros (en el mejor de los casos). Yo, que soy yonqui de las tostadas con tomate y aceite,empezaba el día con ganas de matar tomándome la tostada con mermelada sola. Tengo clarísimo que si tuviera que pasar allí una temporada, desayunando fuera, busco debajo de las piedras una cafetería donde me las hagan o saldría de casa con aceite y un tomate Me ha fastidiado mucho más eso que cualquier otra vez que haya tenido que comer lechuga y tomate o situaciones por el estilo.