Los padres que se oponen a la vacunación suelen considerarse muy informados. Y lo están, o por lo menos manejan cantidad de información que encuentran en libros y páginas web que les dan un aluvión de datos sobre lo peligrosas que son las vacunas. Lo que esos padres no saben es que se informan en fuentes que tiene la intención deliberada de engañarles.
Voy a mostrar un ejemplo que encontré hace poco en la página web sobre autismo. Es una página elaborada por el padre de un niño autista. El autor no cree en la conspiración de las vacunas y, en un post, reflexiona sobre lo pobres y ridículos que resultan muchos de los argumentos de los antivacunas.
Rápidamente escribe un comentario un antivacunas que larga una andanada de evidencias científicas sobre lo peligrosas que son. Cita una investigación que demuestra que las vacunas producen un 17% dehemorragias cerebrales en neonatos y hasta un 24% las vacunas múltiples. Me parecieron cifras altísimas y muy alarmantes, así que busqué y me miré el artículo y, en una primera lectura, me pareció que, efectivamente, había más hemorragias cerebrales entre los vacunados, aunque, extrañamente, no se mencionaba en las conclusiones.
Pero envió también un comentario Carlos González; supongo que es el pediatra autor del libro “Bésame mucho”. Estaba al quite y revisó el artículo en cuestión con mucho mejor ojo que yo. Comprobó que, precisamente, uno de los resultados del estudio es que no hay asociación entre recibir más vacunas y un mayor riesgo de hemorragia intraventricular. Las hemorragias eran anteriores a la vacunación porque se trata de niños de una unidad de prematuros, entre los que son frecuentes este tipo de hemorragias. Además, un 32% ya sufrían apnea, bradicardia o bajos niveles de oxígeno en sangre, todo ello ANTES de las vacunas. El grupo que recibió vacunas múltiples era, casualmente, un grupo con más niños afectados por el problema. Podría haber sido perfectamente al revés.
Los antivacunas recogieron el artículo y lo colgaron en una de sus páginas. Allí un tal Dr. Buttram lo comenta y llama la atención sobre las hemorragias, pero olvida maliciosamente especificar «antes de la inmunización». Alguien, posteriormente, añade «inmediatas» después de “hemorragias”.
En resumen, dos personajes diferentes añaden cada uno su pequeña contribución para acabar tergiversando completamente el artículo científico. Y todo ello por ganas de hacer el bien. Quisieron darle un empujoncito a la realidad, porque a veces se resiste a ser como nosotros queremos. También puede ser que no entendieran el artículo, lo que les incapacita para informar a los demás. Pero más probablemente se trata de una mentira piadosa, tan frecuente entre los defensores de las medicinas alternativas.
Hay que ayudar a la verdad a abrirse paso, aunque para eso haya que mentir.
Y, por último, demuestra que entender una publicación científica no es sencillo, requiere comprender cómo se estructura la información en el artículo. Sin embargo, creo que merece la pena el esfuerzo para ser capaces de informarnos de primera mano. Para los que no quieran esforzarse hasta ese punto, aquí hay un buen resumen de los riesgos.
El riesgo de una reacción adversa a la vacuna triple vírica-hepatitis B es muchísmo menor que la de ser alcanzado por un rayo. Sinceramente, ¿eres capaz de calcular la probabilidad de que tu hijo padezca alguna de las cuatro enfermedades contra las que se les protege? ¿No? Pues entonces vacúnalo.
Fuente: https://nomehagasmuchocaso.wordpress.com/2013/01/21/como-se-fabrica-una-mentira/