Yo también me acuso. Me acuso de haber sido antitaurino antes que vegeta. Y es que entonces no me paraba a pensar sobre ello. No podemos comparar: es mucho más lógico posicionarse contra una tortura deliberada y de carácter lúdico que ante un hábito que nos han inculcado desde bebés y sobre el que muchos no se han puesto a pensar en la vida, de tan arraigado que está.
Eso sí el ser anticorridas es un buen punto de partida para ir atando cabos, ir haciendo las preguntas correctas y cuestionarse los hábitos alimentarios.