Pensar que el vive en la Florida,y yo ahi vivi siempre! y no lo conoci,espero conocerlo cuando venga por aqui con sus charlas.
Vivir simplemente para que los demas simplemente vivan.
Felicidades!! que lo disfrutes!
Vivir simplemente para que los demas simplemente vivan.
El libro se puede conseguir en castellano? O es sólo en inglés?
Great! Queennie, ya somos dos Si alguien más se anima que me mande un privi y nos organizamos.
Del Apéndice C titulado Personal Success Stories with 80/10/10 dejo aquí la traducción del primer relato y también el original para quien prefiera leerlo en inglés.
Mark Squire, San Petersburg, Florida
Unos años atrás, un amigo mío entusiasta de la comida cruda me habló sobre la obra de un tipo llamado Doug Graham. Nunca había oído hablar de él, así que empecé a enterarme un poco de qué iba la cosa al leer el artículo que me dejó en la mesa. Mi primera reacción? "Este tipo está zumbado!" Sin embargo, estaba tan frustrado con mi programa crudivegano de aquel entonces (alrededor de 50% de grasas) que estaba dispuesto a probar cualquier alternativa.
Empecé a comer porciones más grandes de fruta, pero tenía abandonados todavía otros importantes aspectos de una vida sana. Mi postura inicial se consolidó: "Este tipo está zumbado y sus propuestas no son sanas!" Pero, por alguna razón, continué. ¿Por qué? no lo sé.
Lentamente pero firmemente, las enseñanzas de Doug adquirían más y más sentido. Apliqué un programa que consistía en el de Doug con una pequeña mezcla del de Squire y empecé a notar que pasaban cosas milagrosas. No sólo era mi salud que mejoraba tremendamente, sino que me sentía cada vez más fuerte y ligero, y mi fortaleza se disparó como un cohete. Había estado levantando pesas con una dieta crudivegana los tres años anteriores a la 811 y no tenía nada que mostrar. Aproximadamente un año más tarde, habiéndome dedicado 100% a mantener un alto consumo de frutas, pesaba casi 15 kilos más, todo puro músculo. Al año siguiente aumenté casi 5 kilos más de músculo, o sea casi 20 kilos en total.
El incremento muscular no es la principal ventaja de una dieta crudivegana. Lo mejor de toda esta aventura es un nivel de energía como de niño, el estado de felicidad, la alegría, y la facilidad para armonizar con la naturaleza, todo lo cual se amplió muy perceptiblemente. Cuando estaba a punto de renunciar al crudiveganismo para siempre, Doug me redirigió por la buena senda.
El programa no es fácil, pero con la suficiente fuerza interior y persistencia, se experimenta indudablemente una transformación radical en todos los aspectos de la vida. Que dijera pestes de Doug en un principio era porque el programa 811 me trastocó los esquemas. Mi sistema de creencias se vio amenazado, y por eso despotriqué contra él, como mecanismo de defensa. Fue toda una lucha para llegar al punto donde he llegado, pero ahora veo tan claro como el día que Doug es una persona increíble, y tengo el máximo respeto por él y lo que hace. Un sobresaliente para todo este libro, y ante todo para Dr. D. Un millón de gracias, hermano!
Última edición por blueberry; 21-sep-2010 a las 21:36
Mark Squire, St. Petersburg, Florida
Back a few years ago, a struggling raw-food friend of mine referred me to the work of a guy named Doug Graham. I had never heard of him before, so I began to educate myself a bit on the message he brought to the table. My first reaction? "This guy is a damned fool!" However, I had become so frustrated with my current raw-food program (which was about 50% fat) that I was willing to give anything a shot.
I started eating larger and larger portions of fruit, but still neglected other important aspects of healthy living. Now my initial stance was solidified: "This guy IS a fool and his suggestions are insane!" Yet, for some reason, I continued on. Why, I do not know.
Slowly but surely, Doug's teachings made more and more sense. The more consistently I applied Doug's program (with a little dash of Squire mixed in) I began to notice miraculous things happening. Not only was my health improving dramatically, but I was also getting stronger and faster, and my endurance was skyrocketing. I had been lifting weights on a raw-food diet for three years prior to 811 and had nothing to show for it. Roughly one full year later, being 100% dedicated to keeping my fruit intake high, I was nearly 30 lbs. heavier, all of which was muscle. Over the next year, I added an additional 10 lbs. of muscle, bringing my total up to 40 lbs.
The added muscle isn't the main benefit of being on a raw-food diet. The best part of the whole journey has been my childlike energy levels, my blissful state of joy, and my ability to tune into nature, all of which were amplified measurably. When I was about to give up on raw foods once and for all, Doug steered me back on the right track.
The program isn't easy, but with enough inner strength and persistence, you will undoubtedly experience a radical transformation in every aspect of your life. As much trash as I talked about Doug in my learning process, it's because this 811 program was changing me down to the core. My belief system was threatened, and I fired off about him, as a defense mechanism. It was quite a struggle getting to the point I’m at now, but now I see as clear as day that Doug is an amazing person, and I have nothing but the utmost respect for him and what he does. My stamp of approval is all over this book, and all over Dr. D. himself. Thanks a million, brother!