Hasta donde sabemos las plantas no perciben los estímulos, los reciben. Por cierto en la misma forma que lo haría el agua si diéramos por buenas las investigaciones de Emoto.
De todas formas, quiero dejar claro que a pesar de no existir ningún indicio razonable que sugiera que las plantas experimentan activamente su existencia, y aparte del respeto que me merecen como elementos imprescindibles para la satisfacción de los intereses vitales de todos los seres sintientes, además estoy dispuesto a respetarlas (en la medida de lo posible) por el principio de prudencia, no vaya a resultar que al final, se acabe descubriendo que tengan cierta sintiencia.
Lo cual, de todas formas, distaría muchísimo de respetarlas porque estén vivas o por creer que la vida en si misma tiene alguna relevancia ética, más allá de la vital importancia que tiene para los individuos que la experimentan.