Discrepo. Cuando un consumidor acepta la compra de un producto que está basado en experimentación animal, está dando el éxito a dicho producto, y a la empresa que lo fabrica. Es más, le está dando el dinero, para que continúe con la experimentación animal, incluso del mismo medicamento para encontrar mejoras.
Así que el nexo de lógica al que aludes está más que claro. Si vas a un supermercado y te hace con un Shampoo de la marca Pantene- ProV, estás dando tu dinero para que se siga fabricando, y se siga experimentando con animales tal y como hace esta empresa. Exactamente lo mismo para los medicamentos.
Así que para mí, los únicos responsables de aceptar esos crímenes y tolerarlos somos los consumidores. Gente "de las altas esferas" que permita eso la habrá siempre. Es el consumidor el que puede hacer el cambio. Es justamente por eso por lo que Ghandi llevo a su pueblo a no consumir artículos de otras compañías que no fueran indúes, por poner un ejemplo, porque sabía que el consumidor tiene el poder. Una empresa sin consumidor acaba quebrando. De ahí su célebre frase "Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales".
Por tanto, reitero mi punto de vista. En el consumo está el cambio. Esperar a que las empresas o los gobiernos hagan el cambio es cruzarse de brazos en la inercia total y absoluta. El cambio empieza por uno mismo. Si cada persona no subestimase el poder tan grande que tiene sólamente decidiendo cómo mueve su economía personal, a qué empresas da el dinero y a cuáles no, el cambio sería rápido y mucho más eficaz. Es el pueblo el que tiene el poder de hacer un cambio. Al menos así lo veo yo. Es por ello que no me vale el "total, como ya está hecha la experimentación, pues vamos a aprovecharnos del producto, ya que ahora no se puede hacer nada". NO!!. A mi no me toca un producto que sepa que ha sido derivado de la experimentación animal, en la medida de lo posible.
Y reitero, para el que no lo sepa, que toda la farmacología que se puede adquirir sigue en estudio. El hecho de que ya esté disponible al público no significa que no se siga investigando sobre animales para seguir mejorándolas, o principalmente, para sacar derivados con mayor actividad biológica. Es lo que ocurre por ejemplo con el Tamoxifeno, usado para el cáncer de mamas, y del que se han generado más de 13 derivados usados en experimentación animal, en estos últimos 5 años, a pesar de que el tamoxifeno lleva en el mercado para consumo desde hace más de 20 años.