Es cierto, falta mucha información. También hay que tener en cuenta el impacto producido por el envase. No es lo mismo una de esas bandejas blancas asquerosas que ir a la típica frutería de barrio donde compras frutas y verduras sin envasar, y si tú mismo llevas la bolsa eso que te ahorras.
Pero como tú dices, es un paso más.
Estoy leyendo un libro que trata a fondo esta cuestión. "Inteligencia ecológica" de Daniel Goleman, autor del best-seller "Inteligencia emocional". Lo que he leído hasta ahora está muy interesante. En tre otras cosas he aprendido que un simple tarro de vidrio (que contiene por ejemplo mermelada) está compuesto por multitud de compuestos, cada uno de los cuales ha sido extraído en un lugar distinto y sufrido un proceso industrial, por lo que seguir el rastro de los impactos ecológicos de cualquier objeto es una tarea compleja. Pero hay gente en ello.