Yo ¡reggaeton!, para hacer tablas de ejercicio o subir y bajar escaleras (ya vivo en un piso y no tengo, es lo malo). La fuerza de los bajos me la trasmiten a mí, y la letra me sirve para motivarme a trabajar con mi cuerpo.
Eso en casa, en la calle no escucho nada porque no me gustan ni los auriculares ni los ipod y aparatos similares.