Uy, uy, uy... Ya te estás poniendo quisquillosa: que si las paredes, que si las cortinas... ¡Además de propietaria especuladora vas a acabar siendo una de esas caseras esquizofrénicas que se pasan el día espiando a sus inquilinos!
Yo tuve una, y no veas cómo me lo pasé puteándola...
¡Salud!