El hecho de ser vegetariano puede afectar a un niño socialmente, por el hecho de ser diferente. De la misma manera que puede afectarle ser especialmente listo, sensible, buena persona, poco superficial y, en general, tener intereses más allá de los videojuegos, el deporte, contar chistes verdes y hacer el gamberro. Desde el momento en que niños o adultos actúan de forma distinta a como lo hace la masa, pueden tener problemas de aceptación social. Por eso yo no me preocuparía de ese tema.