Gracias, amigo...


Hace años que me propuse llamar Alba a mi primera hija... Y así será... ¡aunque sea una negra adoptada!


Por encima de todo, espero que el pueblo hondureño sea lo suficientemente maduro como para no convertir lo que allí está sucediendo en un enfrentamiento entre zelayistas y golpistas. Ni unos ni otros son buenos. Que el ejército sea el enemigo del pueblo no quiere decir que los que a él se oponen merezcan el sacrificio de los inocentes.

Con Zelaya está la legalidad, pero no mis simpatías.


¡Salud!