Es que el ser humano se empeña en subvertir los valores constantemente, y encumbra a los altares a gente que canta, actúa y pega patadas a un balón, mientras ignora a quienes se afanan de hacer este mundo un lugar mejor.
Si camina por la calle Patarroyo (el Colombiano que está dedicando su vida a encontrar un remedio contra la malaria -el azote de los paises pobres-), nadie lo conocerá. Si por el contrario pasa Cristiano ronaldo, Brad Pitt o Madonna, la gente se volverá loca. Este es un síntoma de la enfermedad que aqueja a nuestra especie