¡No fastifies! Pues eso, si quieres que la tenga, tiene rápida solución: ¡a ver si ahora va a ser difícil, a estas alturas, fumarse un cigarrito de la risa, cogerse un follón como un limón o echar un quiqui!
Y no digo que yo me ofrezca voluntario, ni mucho menos (bueno, la borrachera, si te hace, te la pago yo), pero aquí gente dispuesta a ayudarte no te va a faltar...
Oye, y si prefieres seguir siendo santa, pues a mí me parece genial, que conste: el camino del ascetismo es el más sacrificado y digno de admiración.
¡Salud!