El principio de abusar de los más débiles -como hace el carnívoro- en beneficio propio está en la base de la mayor parte del sufrimiento, de las injusticias y de las guerras.
No podemos seguir mirando a otro lado ante el sufrimiento y el asesinato diariamente de centenares de miles de animales para llenar nuestro vientre. Si no tomamos medidas como individuos y colectivamente habremos perdido el impulso evolutivo y la fuerza moral de nuestra propia supervivencia.
Cuando respetamos el derecho a la vida de todos los seres sencillamente estamos defendiendo nuestro propio derecho a vivir.
Creo que existe en el corazón humano una capacidad de amor y compasión infinita. Simplemente debemos dejar que aflore.
No puedo imaginarme una sociedad de seres humanos bondadosos y sensibles con mataderos de animales.
Las corridas de toros, la caza del oso y otras costumbres en las que la diversión implica el sufrimiento y muerte de un animal denigran a los mismos que participan en ellas y a quienes las defienden. Son un triste espectáculo de la miseria humana...
Cada vez que comes productos animales estás justificando la ley del más fuerte.
La crueldad y los malos sentimientos son en sí mismos deleznables, con independencia de los seres a los que vayan dirigidos.