Todo lo que no absorbes se defeca, lo que absorbes y no se usa o sobra se orina, y algunas cosas, se guardan como reserva. En concreto la b12 dispone de una circulación enterohepática (del hígado al intestino, y se reabsorbe otra vez en el íleon), que puede suponer reservas durante más de 10 años, por eso es complicado ver carencias de b12 en la realidad, mientras uno como de forma equilibrada.