La semana pasada estuve de vacaciones en Gran Canaria. Me estaba quedando en un apartamento en playa del inglés, y claro, tuve que ir al super a comprar algo de comida. Estaba buscando la margarina vegetal cuando vi un queso de flor de Valsequillo ¡mi favorito!. De repente me sentí como si Angelina Jolie me ofreciese una mamada. Simplemente no pude decir que no. Ese día desayuné un bocata de queso. ¿Cuántas veces me flagelo? Por lo pronto he decidido que para evitar tentaciones no vuelvo más a Gran Canaria.