Iniciado por
guillermo
El movimiento de mercancías en una pyme va en función de su nivel de ventas y del volumen de compras que decida el encargado, pero te aseguro que siempre se hace con cabeza (aun más si se trata de alimentos o productos perecederos). A título personal, trabajo en una pequeña empresa y el producto con fecha de caducidad que manejo manejo más habitualmente son lentes de contacto, que sólo entrego bajo pedido a fin de procurar que la fecha de caducidad de las lentes que entrego a mis pacientes siempre sea lo más larga posible.
En cuanto a lo de sentirte observada, tienes razón. Pero piensa que en un pequeño establecimiento se procura cuidar siempre al usuario y dar cierta confianza para lograr una fidelidad entre ambos y asesorar de forma más personal a este último. Esto es en esencia lo que diferencia a una pyme de una gran superficie. A mí no me gusta vender por vender y, como profesional, si un paciente no necesita ninguna clase ayuda no haré la venta y listo. Prefiero dar un buen servicio como primer fin y no sólo con ánimo de vender, y que si alguna vez necesitara una ayuda lo tenga en cuenta y vuelva.
Sin embargo, también he trabajado en grandes superficies y al igual que en cualquier otro establecimiento también observan al consumidor, salvo que no lo hacen directamente. ¿O por qué te crees que hay una cámara de seguridad al principio de cada pasillo en Carrefour? Yo te aseguro que detrás de estas suele haber un señor (normalmente gordito, pero esto sólo lo digo según mi experiencia) a quién no se le pasa una y que lo ve todo.
Puede que la anécdota que voy a contar no sea el mejor ejemplo sobre la atención que te prestan en una gran superficie, pero no deja de ser atención al cliente. Hará dos años que salía con prisas de hacer una compra en el fnac de Valencia, entonces un empleado de serguridad me paró y me pidió que me abriera la chaqueta y a continuación le enseñara la bolsa con los libros que acababa de comprar. No debió ver nada y me preguntó que si había cogido un libro de la sección de literatura musical, cosa que sí hice y que tras decidir que no lo compraba finalmente dejé en la sección de cómic. Con los aires un poco subiditos, me indicó que lo acompañara a comprobarlo. En ese momento flipé un poco pero, bueno, con ánimo de facilitarle el trabajo al hombre y de perder el mínimo tiempo posible le seguí por media tienda soportando una lluvia de miradas juiciosas. Cuando hubo comprobado que efectivamente allí estaba el libro me dijo que ya me podía marchar. Fue entonces cuando, pensando que ya se me había hecho tarde y que me había puesto en evidencia delante de todo el mundo, le pedí amablemente que me indicara por favor su nombre completo y que si me podía poner en contacto con su superior, por que quería poner una queja. Ya con muchos menos humos, toda su defensa consistió en decirme que tenía que comprobar que decía la verdad, lo que además de ser una mierda de excusa me animó a enseñarle el concepto de reponedor , esos héroes anónimos que reciben una retribución por su trabajo consistente en recolocar y reponer los artículos de una tienda y gracias a quienes si a nosotros no sale del culo podemos dejar un cd en la sección de informática y viceversa sin el más mínimo remordimiento (yo mismo he trabajado como reponedor y puedo asegurar que esto es posible). Finalmente puse la queja en atención al cliente, a fin de que antes de darle una porra y unas esposas a alguien se aseguren de que tiene cabeza y sepa usarla.
En cuanto a los precios, desgraciadamente los proveedores no dan las mismas condiciones a las grandes superficies que a las tiendas de barrio. Y, una vez más, desgraciadamente las tiendas de barrio no pueden ofrecer los mismos precios que las grandes superficies. Ese precio que ves tan abusivo es tal por que no les queda más remedio y la mayoría lo ajusta todo lo posible para que el margen con la gran superficie sea cuanto menos, mejor.
Conste que he contado todo este rollazo para matizar y cambiar tu perspectiva con respecto al pequeño establecimiento y la gran superficie en base a mi experiencia personal en ambas. De nuevo, cuando te sientas observada en una tienda de tu barrio piensa que quien te atiende o te observa no busca atosigar, sino echarte una mano a la hora de hacer tu compra (y vender, sí, por que obviamente es su trabajo y no son una ONG). Esta es casi la única baza con que juegan las pymes y que todas las grandes superficies intentan ganar, bien colocando a empleados sin mucha idea a pie de tienda o con carísimas campañas de publicidad con que te prometen la vida eterna y si no lo consiguen te aseguran que ellos mismos darían la vida por tí, acompañadas eso sí de un montón de letra pequeñita donde condicionan todas sus promesas y se curan en salud cara al servicio post venta.
Y, vamos, que a mí también me gusta comprar barato y a mi aire pero en el caso de los pequeños establecimientos una vez dejas de ser observado por personal cualificado y dejas que ese mismo personal te eche una mano te das cuenta de que no es ni mucho menos incómodo, sino todo lo contrario, y que ese precio que tú consideras abusivo en el fondo compensa.