He de deciros que, en gran medida, mi curiosidad sobre el vegetarianismo se ha visto satisfecha, pues además del animado debate sobre plantas y utopías que se ha mantenido en este foro, he leído algunas otras cosillas por ahí que me han ayudado a entender en cierto modo, vuestra manera de pensar y actuar, aunque siento decepcionaros porque creo que no puedo rechazar, a día de hoy, mi alimentación omnívora, y eso que mi chica se ha empeñado en que me salga la coliflor por las orejas y que mi piel se torne morada de los kilos de lombarda que he ingerido en los últimos días (y ella tampoco es vegetariana aunque poco le falta).
Me quedo con buen sabor de boca, porque creo que en general, se respira un aire de respeto hacia las diferentes maneras de pensar, aunque de vez en cuando salga vuestra vena más radical con comentarios de cadáveres y músculos muertos. Considero que no es la forma más adecuada de defender una postura, pero estoy de acuerdo en que aquella gente que no lo respete, con menosprecios y comentarios desafortunados faltos de sustancia, merece de vez en cuando una terminología algo más cruenta.
Sin querer parecer reiterativo, pienso que muchos compañeros de foro, deben dejar el escudo a un lado y en lugar de saltar a degüello, deberían sacar lo positivo de la confrontación, porque a menudo juzgamos con la confianza de estar en poder de la razón, y posteriormente observamos lo ignorantes que podemos llegar a ser y lo mucho que hemos de rectificar, por eso tengo la obligación de destacar aquel post de Sujal en el que se autocriticaba por su forma de rebatir el comentario de otra compañera cuya única intención creo, era la de exponer un pensamiento con más o menos argumentos, pero absolutamente carente de malicia (Kuki). Bien por tí Sujal, creo que somos caminantes del mismo sendero además de vecinos.
Sin más, creo que mi aportación ha concluido en este foro aunque sin duda seguiré visitando de vez en cuando para dar algo de "caña omnívora", pero siempre de buen rollo.