Suscribo cada una de tus palabras. Y añado: el crimen que estamos cometiendo los habitantes del primer mundo es brutal, pues está científicamente comprobado que el planeta no tiene recursos para que sus seis mil ochocientos millones de habitantes vivan como un ciudadano medio de la Unión Europea. Por eso hay que cambiar ya el modelo de producción, de vida, de consumo y de relación con el medio.
Éste es un tiempo revolucionario. Hagamos pues la revolución.