Sólo si aquella persona no es capaz de hacerlo de otro modo.
El movimiento favorece la salida de las toxinas y también el mejor funcionamiento de los intestinos y todo el organismo.
A la vez no es recomendable la actividad física demasiado dura porque ya el ayuno mismo suele debilitar bastante.
A muchas personas se les pasa la crisis después del 3º día pero también depende.