Parte II
No obstante, uno se huele que hay algo más; que en esa estrecha vinculación ( "maridaje" pa los pedantes) entre lo rosa y lo taurino pueden ocultarse ciertos intereses tendentes a inocular en la sociedad la respetabilidad de la tauromaquia. Así, cuando el espectador/radiooyente/lector se encuentra diariamente con noticias relacionadas con el mundo taurino, de alguna manera éste pasa a formar parte de su cotidianeidad y por lo tanto es inconscientemente aceptado como una realidad .(hace ya tiempo que los filósofos advirtieron que lo que nosotros entendemos por "realidad" no es sino una construcción social...) Se trata de una manera muy efectiva de "naturalizar" algo, de igual manera que el fútbol , a base de su constante, machacona inclusión en todo medio informativo, es percibido como una realidad de la que apenas se puede prescindir.
De aquí se sigue que todo movimiento antitaurino se topará con dos tipos de obstáculos: por una parte el proveniente del ámbito taurino propiamente dicho, que a pesar de su poder económico se encuentra en franca decadencia, y por otra la de la opinión pública en general que, previamente preparada por los medios de comunicación, se mostrará indiferente al tema, cuando no abiertamente hostil a los antitaurinos, empeñados en arrebatar al país ese elemento de cotidianeidad al que antes me refería. Puedo imaginarme a miles de señoras lectoras habituales del "Hola", y/o fieles seguidoras de los programas rosas de TV sintiéndose incómodas ante las invectivas proferidas contra sus figuras cercanas, ya casi de la familia, (Cayetano,Jesulín...) por más que ninguna haya pisado jamás un ruedo. Esos toreros han pasado a formar parte de su mundo: Una indiscutible victoria para los intereses taurinos (más bien tauricidas). Se trata, pues de un desagradable caso de simbiosis: el mundo rosa añade carnaza a sus espacios y a cambio incorpora a la tauromaquia al tejido social. Y en realidad esto no sucede solamente en el ámbito del cotilleo; hace unos días tuve que sufrir la chirriante escena del futbolista brasileño del betis Ricardo Oliveira ataviado con el traje de luces .Y ya va siendo frecuente tal inclusión de la iconografía taurina en programas deportivos...
Se observa,pues que la tauromaquia cuenta con poderosos e influyentes apoyos -los medios de comunicación- y esta constatación preocupante dificulta enormemente la labor que los antitaurinos hemos emprendido para extirpar de nuestro pais este monstruoso e indigno espectáculo.