Contenedor azul
Este contenedor está concebido para los residuos de los siguientes productos: folios, publicidad de los buzones, cajas de cartón (de zapatos, cereales, galletas, de comida congelada, etc.), hueveras de cartón, periódicos, revistas, cómics, cuadernos (sin espirales, las cuales van al orgánico), cajetillas de tabaco, sobres (sin ventanillas, que van al amarillo), libretas, papel de regalo, cajas de lápices, paquetes de envolver azúcar, harina, etc., y bolsas de papel.
Según Ecoembes, el impropio más significativo es el brik, que aunque es de cartón tiene también plástico y aluminio, por lo que debe depositarse en el contenedor amarillo. Asimismo, otros residuos que también pueden dar pie a dudas son las colillas o los cartones plastificados, que no deben ir al azul, sino al de genéricos. Y tampoco se depositan servilletas, papel o cartón sucio o manchado de grasa, ya que dificulta o incluso impide el reciclado y contamina el resto del papel y cartón. Por ello, deben ir al contenedor de orgánicos.
Contenedor verde
En el iglú verde se depositan botellas de vidrio (cervezas, vinos, mostos, sidras, licores, zumos, refrescos, etc.) y tarros y frascos de vidrio tanto de bebidas y alimentos como de perfumes o cosmética. Eso sí, estos envases deben ir sin tapas o tapones. Si son de plástico irán al contenedor amarillo, y si son de corcho, al contenedor de residuos orgánicos.
En cambio, no se deben verter tarros y botellas de medicamentos, que van al contenedor especial de Sigre o a los puntos limpios. En cuanto a las cristalerías, las vajillas, los jarrones, el vidrio plano, vidrio armado, vidrio laminado, las ventanas, etc., es decir, cualquier elemento de vidrio o cristal (vasos, ventanas, etc.) que no sea un envase, tienen también que depositarse en los puntos limpios. Asimismo, tampoco se deben tirar en los iglúes verdes cerámicas, porcelanas, ladrillos y piedras, ya que si llegan a los hornos vidrieros los envases resultantes son tan frágiles que tienen que ser desechados. Este tipo de residuos, también a los puntos limpios.
Por otra parte, los envases deben estar vacíos de líquidos y restos de comida (tampoco hace falta limpiarlos con agua) antes de depositarlos. También se recomienda aplastar, aplanar o plegar los envases para reducir su volumen y aprovechar mejor el espacio. Y si, a pesar de todo, persiste la duda, es preferible depositar el residuo en el contenedor de genéricos para no entorpecer el sistema de reciclaje.
Los consumidores, fundamentales no sólo para reciclar
Además de reciclar, los consumidores pueden ser más activos solicitando a las instituciones la colocación de más contenedores y puntos limpios, la ampliación de otros sistemas de recogida de residuos, como pilas o aceite usado, o que se aumente la frecuencia de recogida de los contenedores, para evitar la imagen de unos contenedores colapsados o con residuos hasta los bordes. También se puede participar activamente en campañas puntuales promovidas por organismos públicos o entidades privadas, como recogida de móviles, ropa usada, gafas usadas, etc. y reclamar la ampliación de las mismas.
Asimismo, es esencial recordar la escala de importancia de las tres erres: reciclar está muy bien, pero sobre todo hay que reducir la cantidad de residuos generados y reutilizar los productos todo lo que se pueda. De esta manera, se necesitarán menos recursos naturales y un menor gasto de energía para su producción y transporte.
http://www.consumer.es/web/es/medio_.../16/183422.php