No tengo ni idea, lo que sí es cierto es que los de mediana edad vamos dando mucha caña por ahí, y los muy jóvenes, también. Yo jugaba a muñecas cuando llegó el Mayo francés del 68, apenas tenía cuatro años. Tengo la teoría de que los nacidos durante los sesenta hemos recibido muchas influencias diversas y hemos crecido entre dos aguas, las del antiguo régimen y las más nuevas, eso nos convierte en gente varipinta y con ganas de cambiar el mundo pese a estar instalados en los cuarenta, una edad, dicen, para la sensatez y el conservadurismo. Yo nunca me había sentido más combativa que ahora, y no soy la única (para muestra, muchos botones ) Me temo que los cambios son lentos en esta sociedad tan autocomplacida que vive de espaldas a la realidad y tan engañada por sí misma... pero si cada día una sola persona se hace vegetariana, y/o realiza además otros gestos, yo creo que al final lo conseguiremos...
Rosa