Lo primero que me impactó fue que yo esperaba otro tipo de libro. Es evidente desde que lo abres que ha sido escrito por un buen escritor. Es un libro de "denuncia" pero también lo es de literatura. Eso es genial, porque hay gente que se acercará a este libro porque lo ha escrito él, no porque esté genuinamente interesado en el tema y ya esté "convencida", por no hablar de la publicidad que ha tenido por ser él quien es.
Me ha gustado mucho, a pesar de que en ocasiones lo he tenido que cerrar y pensar en otra cosa porque es desolador lo que cuenta.
También me ha abierto los ojos a cómo piensa el común de los mortales, con una sola frase extraída de la carta de uno de esos "granjeros buenos": le dice algo así como que "aunque le parezca imposible la realidad demuestra que es posible amar a los animales y comérselos, que no es incompatible". En fin, ni que decir tiene que todos conocemos excelentes personas implicadas en el tema de protectoras, asociaciones y demás y que siguen comiendo carne.
Por último, otro aspecto que me ha hecho reflxionar es cuando comenta que al menos los experimentos en animales para probar medicamentos tienen un "objetivo bueno", pero el comer carne es absolutamente innecesario y nocivo lo mires por donde lo mires.
Supongo que no hace falta decir que estoy en contra de la experimentación con animales, pero con esto pasa como con los abrigos de visón, que hasta los más carnívoros se escandalizan, cuando en realidad es casi más aberrante comer carne...¿me explico o te estoy liando más?