Bueno, han sido 19 días en el trullo sanitario y he sobrevivido (Ahora viene lo peor:en casa, con las dos muletas, ayyyyy)
Bueno, no hablaré de mi vida, que no soy el abuelo Cebolleta. Tan sólo que la operaçao fue OK:me quitaron el trozo de cerebro chungo (83%) y me pusieron el de un Premio Nobel palmao. Funcionaré mejor
Lo que importa aquí son las tribulaciones de un vegano en un hospital ultracarnívoro.Me lo monté así:
1- meses antes de la operaçao acudí a la oficina del paciente y les expliqué mi caso. Me dijeron que no habría problem, que lo tendría que detallar a la enfermera en cuanto ingresara
2- Así lo hice: el día en que ingresé (27 Nov) dije a la enfermera que no iba a ingerir nada que tuviera que ver con un animal. Lo apuntó y me aseguró que todo sería OK. Bueno, por si acaso, yo me había aprovisionado con minibriks de leche de soja, bolsas de frutos secos, latas de paté veg. uno que no se fía....
3- Ya operado, comienzan a servirme jamadas. Los primeros días...ejem, ejem:ensaladas con atún, plato con cadáver de pez (esto fue ya por la mitad de mi estancia!), cafés con leche, sobaos para merendar...Lo más cortante fue cuando me sirvieron una tortilla, una amiga la devolvió y pidió algo a cambio, y poco después me plantan unos espaguettis...con queso. Uffff, lo que luchó mi amiga para que apartara el queso y me lo zampara...pero no hay tu tía. Bueno, todo lo que rechacé lo hice con la máxima educación, sin un mal gesto, pero con la máxima firmeza: no me lo jamo!
Poco a poco fueron cogiéndome el truco, y me dieron ñam ñam vegano 100% peeeero con una monotonía exasperante: ensalada + pote de verduras ahogadas en agua. Y así pasaron los días. Y, claro, para desayunar, yo tuve que ir disponiendo de mis bricks de leche de soja, y menos mal que los amiguetes fueron trayendo más....
Pues eso, que se puede sobrevivir a una larga estancia hospitalaria siendo vegano. No ha sido un festín, pero al menos se han adaptado a mi "rareza"
Ah, y a propósito: una auxiliar de enfermería joven se sintió intrigada por mis costumbres alimentarias y me preguntó por qué lo hacía. Bueno, ahí en el lecho del dolor no estaba en mi mejor forma argumentativa, pero algo le dije, sí. Lo curioso es que enseguida una auxiliar más veterana le dijo: "no preguntes!" Y ahí quedó todo.
Bueno, ya en casa, vuelvo a mis super-cocinitas:mmmmm!
Un abrazo a tod@s y os quedo muy agradecido por vuestro interés por mi!