Yo también he tenido suerte, y eso que mi familia (vale, puntualizo: básicamente mi padre) siempre ha sido bastante reacia a aceptar que fuera vegetariana... Solamente he ido a dos bodas desde que soy vegetariana, y en ambas he comido super bien. En la primera, es verdad que el novio se lo curró mucho (no en vano es organizador de bodas de profesión) y tuve un buen banquete (con verduras asadas, sí, pero estaban buenísimas!). La segunda, el año pasado, fue la de mi hermano: aunque en aquel momento se supone que comía pescado (en la práctica, solo muy de vez en cuando), también se lo curraron y pidieron un menú vegetariano para mi. Comí unos timbales de setas deliciosos y un arroz con verduras muy bueno. Y yo la mar de contenta