El intento por introducir opciones vegetarianas o veganas en los menús de grandes multinacionales puede significar que:
1) Hay un aumento significativo de consumidores que demandan opciones vegetas, con lo cual el hecho de dar estas opciones sería un paso a nuestro favor (llamemosle integración o normalización)
2) Esto supone para ellos una perdida económica que quieren recuperar, o bien aún no notando pèrdidas económicas, lo que se pretende es cubrir una cuota de mercado que ahora resulta significativa, el hecho de ofrecer este mercado va a seguir suponiendo la explotación animal, y encima les reporta beneficios.
Si hablamos de mala praxis y de todo lo que supone beneficiar a las multinacionales, la respuesta más sencilla sería no consumir sus productos. Pero por otro lado, se empieza a notar hasta qué punto esta demanda puede darle la vuelta al modelo actual de consumo.
Personalmente no beneficiaría a estas multinacionales, y dentro de lo posible trataría de dar peso en mi consumo a aquellos que realmente no tengan tanto impacto medioambiental a la hora de ofrecer sus productos. Desde hace tiempo está aumentando el número de cooperativas de agricultores, por poner un ejemplo, que ofrecen sus productos directamente al consumidor.