¿CÓMO SE COMBATE?
Tras muchos años de experiencia, Acción contra el Hambre combate hoy la desnutrición aguda a través del llamado tratamiento domicilario y del desarrollo de nuevos productos terapéuticos denominados RUTF (Ready to use therapeutic food), fáciles de consumir en cualquier momento y lugar.
Hasta hace unos años, un niño que padecía desnutrición aguda severa se recuperaba en unidades de hospitalización donde recibía tratamiento durante un mes. El tratamiento domiciliario, liderado por Acción contra el Hambre y otras organizaciones internacionales, supone un cambio revolucionario en la lucha contra el hambre, ya que:
1 Permite desarrollar un tratamiento a gran escala. 2 Aumenta la cobertura y el acceso al tratamiento de niños enfermos. 3 Reduce el coste social al permitir a la madre atender a su hijo en casa sin abandonar al resto de la familia.
Los
RUTF
Estos productos se han desarrollado en forma de pasta o galletas con alta concentración energética y nutricional, pero sin contenido en agua, lo que evita el riesgo de proliferación bacteriana, principal inconveniente de las leches terapéuticas que se utilizan en el hospital. Además, estos productos no necesitan cocción, por lo que sus vitaminas no son destruidas durante la preparación y no conlleva un gasto de combustible para los hogares.
El tratamiento de la desnutrición aguda presenta 3 componentes:
1 La movilización comunitaria 2 El tratamiento domiciliario 3 El tratamiento hospitalario
La movilización comunitaria
Para lograr la máxima cobertura del programa, los recursos deben focalizarse en movilizar un gran número de voluntarios en la comunidad, los cuales serán apoyados por los equipos de visita a domicilio de Acción Contra el Hambre. Estos equipos son responsables de identificar nuevos casos de niños desnutridos precozmente para evitar que caigan en estados más graves.
Tratamiento domiciliario:
Estos niños representarán un 80-90% de los casos de desnutridos agudos severos. Los niños que están clínicamente estables, sin complicaciones médicas, y con apetito, serán admitidos directamente en el centro domiciliario, con una asistencia semanal a los centros hospitalarios. Allí se les evalúa y reciben el alimento preparado para su consumo (RUTF) necesario así como el tratamiento sistemático de antibiótico, vitamina A, antiparasitario, antipalúdico y la vacuna del sarampión. El tiempo de estancia en el centro domiciliario es de alrededor un mes y medio según la evolución del niño.
Tratamiento hospitalario:
Los niños que presentan complicaciones médicas o no tienen apetito serán ingresados en el centro hospitalario. Estos niños representan el 10-20% de los casos de desnutridos agudos severos. Una vez que los niños recuperan el apetito y las complicaciones médicas se han tratado, son referidos a los centros domiciliarios para continuar el tratamiento. El tiempo de estancia en el centro hospitalario varía de 10 a 15 días según el estado del niño.