Lo saben, siempre saben cuando lo necestitas y también cuando le estás echando cuento.
Mi mayor comunicación la he tenido con mi gato anterior, especialmente inteligente y además con una convivencia de casi 17 años juntos.
Con Sam es diferente, porque el tiene su propio lenguaje y me lo está imponiendo. Si quiero que venga, por ejemplo, no me sirve de nada llamarle, lo que tengo que hace es cantar "Somethin' stupid"