Se trata de un salto porque sí ha habido antes diputados verdes -uno en el Congreso y experiencias en Parlamentos autónomos-, pero siempre de la mano de otros partidos. Ladislao Martínez, que lleva en el movimiento ecologista desde 1979, destaca que inmediatamente después del referéndum de la OTAN, "en el que se vio que había un gran movimiento pacifista con una componente ecologista, el PCE funda Izquierda Unida y absorbe a esos grupos. En Alemania no ocurrió y por eso en los setenta se crearon Los Verdes". Valencia resume que "el ecologismo fue aire fresco en democracias aburridas, pero ese no era el caso de España, marcada aún por la Transición".
El PSOE pactó con Los Verdes en 2004 y les cedió un diputado al Congreso y otro a la Eurocámara. Al presentar la alianza el coordinador de campaña socialista, Jesús Caldera, anunció que, de ganar las elecciones, cerrarían todas las nucleares en 20 años. El Ejecutivo ya ni quiere recordar aquella rueda de prensa y se arrepintió pronto de haber metido en su lista al eurodiputado Hammerstein, al que la Oficina Europea Antifraude acusó de desviar fondos que le asignó la Eurocámara.
Además de la dilución en IU, hay más factores que explican la ausencia de partidos verdes. Todos los consultados coinciden en que las luchas cainitas y los personajes que pasaban de un partido a otro han sido un lastre. Como el sistema electoral, que hace que solo en dos o tres circunscripciones puedan aspirar a tener representación. Eso, y que en comunidades como Galicia o Cataluña han tenido partidos nacionalistas con vínculos con grupos ecologistas, dificultó la creación de un único partido.
Valencia apunta que la unidad en el mundo verde no es sencilla: "Hablamos de ecologismo, pero no hay uno solo. Hay ambientalistas, animalistas, quienes creen que se debe actuar desde asociaciones y no en la política... Es un grupo heterogéneo".
El Ejecutivo se muestra tranquilo ante la próxima aparición. No es sencillo -aunque Rosa Díez lo ha conseguido- crear un partido hoy día. Uralde teme que conforme se acerquen las elecciones comiencen las apelaciones al voto útil para desanimar al electorado potencial: "El ecologismo hace años eran las focas y las ballenas, pero hoy toca aspectos mucho más amplios y es legítimo que queramos ser una opción política. La aventura puede ser loca, pero los aventureros estamos cuerdos".
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