La verdad es que el asunto de utilizar animales como camellos, elefantes, bueyes, ocas, etc. en las Cabalgatas de Reyes o en otros
acontecimientos/espectáculos donde los protagonistas son los niños me crea un conflicto entre satisfacer los anhelos, inmaginación o curiosidad de mi hijo de cinco años o tratar de evitar toda esa parafernalia que acerca a los peques a animales que sólo son capaces de ver en los cuentos. Pasa lo mismo con los circos o las granjas-escuelas.
Luchar contra eso cuando es otra personita la que quiere ir es como tratar de hacerle vegetariano cuando le gusta comer carne. Esta situación se agrava cuando tu pareja no tiene las mismas inquietudes.
Lo que trato de dar a entender es que si ya es difícil decidir por uno mismo, es todavía más y hasta contraproducente en el caso que reflejo decidir por un menor u otra persona. Es contraproducente porque se puede volver en tu contra a la primera de cambio.
Ya comentamos en este foro al hilo de esta cuestión, que a lo sumo podemos incitar a que el niño vea algo más que un animal de cuatro patas que sirve para... podemos invitarle a mirar los ojos del animal o a pensar por sí mismo con sutiles referencias hacia los sentimientos de otros animales. Pero negarle tajantemente el acudir a estos eventos, repito, puede ser un error.
Así pues, la dificultad es doble y con los niños hay que tener sumo cuidado. No se les puede negar todo lo que ven y aprenden en el mundo en el que viven
Samuel, ¿Cómo está el asunto de visitar escuelas para dar charlas a los niños y no tan niños? Supongo que muy jodio... buf. Se echarían muchos padres a vuestra yugular! Pero quizás una charla moderada donde se despierte la curiosidad de los peques o alguna actividad que los acerque a los animales nh para que puedan verlos de otra manera! Entonces ya estaríamos en el principio! vuelta a utilizar animales para acercar a esos humanos que crecieron lejos de un entorno natural. He ahí la raiz del problema. Los animales nh son extraños a las nuevas generaciones por regla general. Y su única relación con ellos es cuando abren la boca para zampárselos!
¿Es necesaria, una granja escuela dadas las circunstancias si queremos que la sociedad participe en la educación de nuestros hijos? ¿Es necesario que tengan un contacto por lo menos visual con seres que no han visto en su vida para que sus emociones no se disequen en relación a ellos o para alimentar un mito (el de los reyes magos) de los pocos que nos quedan y que son tan necesarios para comprender aquellos valores que se nos escapan?
Un asunto delicado este para los que tenemos hijos. Sobre todo en estos últimos casos. Los circos y los zoos por ser puro espectáculo "a distancia" sin ningún otro fin que la curiosidad, son más fácilmente descartables. Pero cuando entra en juego una oportunidad de aprender o sentir algo positivo... ejem. De todas maneras, cuando mi hijo se acerca a ver un animal encerrado (una tienda de mascotas por ejem), le sugiero algo en relación al encierro o tristeza del animal. Salirse de estos parámetros, como ya he dicho, puede ser una jodienda. En el caso de un zoo, lo mismo. (Sería aconsejable que algunos de los guías de los zoos fueran veganos para dar esa otra visión de las cosas ¿Alguien se anima?).
Un saludo.