Coincido con muchos de vosotros, soy vegetariano desde hace un año y nunca antes me había sentido tan bien, física y espiritualmente. Pocas cosas existen tan maravillosas como ser fiel a tus principios y a la postre, tu mismo te das cuenta de que comer sufrimiento es sólo un capricho imperdonable para con nuestros compañeros de viaje. Además el ser vegetariano implica reflexionar más sobre lo que comes con lo que al final acabas llevando una dieta equilibrada y con la que tu cuerpo se siente cómodo.