Ha habido casos en que propietario e inquilino ilegal han llegado a un acuerdo. El inquilino le cuida la casa, haciendo las reparaciones, o llegan a un acuerdo económico.
A mi me parece un peligro hablar de los trabajadores como unos pobres mártires que se ganan las cosas con el sudor de su frente. Esa idea del pobre obrero sin opción a otra cosa más que a trabajar y a ganarse unos bienes se lleva arrastrando desde hace demasiado tiempo, y no creo que haga ningún bien en general, todos mártires, pobres de nosotros que no podemos mover un dedo por cambiar la situación... no podemos hacer más que orar a San Gobierno para que haga algo por nuestras penas.
Es controvertido, porque nosotros estamos siempre rodeados de trabajadores, o lo somos nosotros mismos, o lo son nuestros padres... pero no somos marionetas sin opción.
Parece que siempre estamos demonizando a lo exterior: al banquero, al político, a Bush, ... y el mayor peligro creo que está en nuestra cabeza.