A la gente le da mucha pena cuando salen en las noticias niños del tercer mundo muriéndose de hambre, pero ellos igual se están comiendo un buen chuletón y siguen tal cual. También se solidarizan cuando hay algún programa de televisión por navidades pidiendo que apadrinemos a un niño, y lo apadrinan, pero ellos seguro que en su casa no le falta un buen jamón para celebrar la Navidad pero han lavado su conciencia y además, que los padres del niño que han apadrinado no se les ocurra venir a nuestro país a buscarse el pan, porque te dicen que se vayan a su puto país (todo esto lo digo porque lo se de primera mano). Estamos muy a gusto con la sociedad de consumismo en la que vivimos y poca gente está dispuesta a renunciar a su comodidad y caprichos. Además, como dice el refrán: ojos que no ven, corazón que no siente
Yo creo que a esta sociedad no la cambia nadie.