Estoy muy de acuerdo contigo, Lusboy.
A lo largo de toda la historia ha sido siempre una minoría la que se ha opuesto a la verdad difundida desde el poder y los medios de comunicación, salvo que pasaran hambre.
Esto, unido al hecho de que ser vegetariano supone un cierto esfuerzo, y a que desde la ignorancia resulta contraintuitivo no comer animales ("siempre se ha hecho"), hace que la labor de concienciación tiene enfrente un muro terrible. El aumento de población a un ritmo mucho mayor al que se "veganiza" a la gente agrava el problema.
Por eso no creo en la concienciación como objetivo activista de los vegetarianos. Los ciudadanos son en su inmensa mayoria egoístas, prejuiciosos y gregarios. Tenemos que conseguir cambiar la situación actual desde la política, reconvirtiendo la ganadería en una industria alimentaria más eficaz y sostenible ecológicamente.