Yo también disfruto mucho viendo felices a los demás seres, pero me pasa sobre todo con no humanos, niños y ancianos. Por ejemplo, el otro día se me caia la baba mientras mi sobrino de dos añitos jugaba con el perro de una amiga. Me moló porque no era que el nene molestara al pobre animal y lo tratara como a un juguete (cosa que suele pasar) sino era una relación de igual a igual. El nene buscaba al perro y el perro buscaba al nene, no se si me explico. Jugaban como dos cachorros felices, bueno el "como" sobra porque cachorritos felices es lo que son. Ai que me emociono, es que ese perro es una pasada, le quiero mucho.