Iniciado por
Snickers
Para no decir nada del pasatiempo nacional de vítorear desde las gradas a unos tíos en pantalones apretados que asesinan a los animales, uno por uno.
Pedir derechos? Aquí, en medio de la temporada taurina, cuando cada fin de semana se hace esta sangrienta matanza ritual - deporte o arte, dependiendo de su punto de vista - de más toros bravos, los animales parecen tener poco o ningún derecho.
¿Cómo puede ser España tan avanzada en el tratamiento de una especie animal, y tan atrasada en su tratamiento hacia otra? En parte, la respuesta se encuentra en el Proyecto de la propia justificación de singularizar a los grandes simios.
"Son animales con alto nivel de desarrollo de inteligencia emocional", dice Marta Tafalla, una profesora de derecho que se especializa en los derechos de los animales en Barcelona la Universidad Autónoma. "Ellos tienen curiosidad, sienten afecto y celos, y sufren horriblemente cuando se ven privados de su libertad." El mismo argumento es más difícil de aplicarse cuando se trata de toros.
La economía también juega un papel importante. El toreo es todavía una importante atracción turística, y la industria es rica. "Ellos tienen un tremendo poder financiero", afirma Pozas. "Siempre he dicho que como activistas debemos separar nuestra campaña contra el toreo de la de otros derechos de los animales porque si no lo hacemos, la de los toros se detendría. Son demasiado
poderosos."
Y para muchos, el toreo sigue siendo un poderoso signo de identidad. "Es parte de nuestro genoma social", dice Luis Corrales, presidente de la Plataforma para la Defensa de los Toros. "Nos da el sentido de quienes somos realmente." Esto puede estar cambiando - una encuesta dice que la proporción de españoles que se opone a los toros en un 80% - y los derechos de los animales señalan que sólo porque algo es tradicional no hace que sea algo correcto. Sin embargo, activistas de ambos lados de la valla de los toros están de acuerdo en que, en estos momentos, una ley que prohíba el toreo es impensable.
También coinciden, sin embargo, en que el proyecto gran simio es un paso en esa dirección. "Estoy totalmente de acuerdo en que los monos deben estar protegidos contra la esclavitud y el abuso", dice Corrales. "Pero cuando empiezas a equiparar los animales con los seres humanos, es una pendiente resbaladiza". Una que a él le preocupa ya que podria conducir finalmente a la muertes silenciosa de los toros nobles de España.